18:30 Hs.
Yo: «¿Vamos a despedir a Néstor?»
Mi viejo: «Vamos»
Y así emprendimos nuestro camino hacia la Plaza. Bajamos en Florida y empezamos a caminar por San Martin, a pocas cuadras de la Av. Corrientes ya se veía la interminable cola para entrar al Salón. Mientras pasabamos a toda esa gente mi viejo me contaba anécdotas de los ’70 cuando militaba con la Juventud Peronista.
Al ir llegando a la plaza las filas de gente iban de un lado al otro por las calles aledañas; con una suerte de emoción veía la cantidad de jóvenes que ahí estaban presentes, algo que nunca había visto más que en algún que otro contexto.
Lo miraba a mi papá y le decía «sos el más viejo acá» y él con los ojos ya empañados me decía «A esta juventud no la van a matar como hicieron con la del ’70» .
Nos acercamos hacia una pantalla que transmitía todo lo que pasaba en el salón. A los pocos minutos, entre banderas, se nos acercó el movimiento Tupac Amaru con Milagros en andas dejando salir del megáfono cantos populares que acompañaríamos con voz y palmas.
De izquierda a derecha, de norte a sur, el Pueblo volvía a la plaza. Un momento en la Historia del que me siento orgullosa de haber estado. Al volvernos, mi viejo me dice: «Me sentía mal antes de ir, el haber visto lo que ví, me deja tranquilo.»