Camina dos años por la tierra. Sin teléfono, sin piscina, sin mascotas, sin cigarrillos. Libertad absoluta. Un extremista. Un viajero de lo estético cuyo hogar es el camino. Y ahora después de dos años de caminata, llega la aventura final y más grande. La batalla culminante para matar al falso ser interno y concluir victorioso la revolución espiritual. Sin estar ya más envenenado por la civilización el huye, y camina solo por la tierra para perderse en la naturaleza.
Alexander Supertramp Mayo de 1992.
andres
7 abril, 2012 at 21:57
al entender la forma de pensar de alex, simplemente deja en mi una enorme admiracion
gabriel
8 agosto, 2012 at 20:48
hermosa historia